- Written by Mauricio Icaza
- Published: 01 Mar 2018
Desde 2015 en el Hospital de Especialidades José Carrasco Arteaga, se realiza la implantación de un dispositivo cardiodesfibrilador para controlar permanentemente alteraciones de ritmo cardíaco (arritmias), mediante estímulos eléctricos que evitan la muerte súbita en personas que han sufrido un infarto o que nacen con patologías genéticas hereditarias.
Este dispositivo además de estimular el corazón para revertir arritmias potencialmente letales, detecta de manera precoz la insuficiencia cardíaca evitando que el paciente presente síntomas o se hospitalice; esto se logra a través de telemetría (monitorización de la función cardíaca), donde el especialista tiene acceso a varios parámetros como: arritmias, cansancio, congestión pulmonar (líquido en los pulmones), entre otros indicadores.
La intervención tiene un costo que oscila entre USD 20.000 y USD 30.000 en el sector privado, consiste en la colocación de un dispositivo bajo la clavícula izquierda, implica dos días de hospitalización y luego evitar esfuerzos con el brazo izquierdo de 15 días a un mes.
Diego Serrano, cardiólogo electrofisiólogo del HJCA, indicó que “este procedimiento de alta complejidad se realiza a nivel mundial en hospitales de tercer nivel. En esta casa de salud se han efectuado 15 intervenciones de este tipo, mejorando notablemente la calidad de vida de los pacientes que deberán portar el dispositivo cardiodesfibrilador el resto de su vida con un cambio de batería o generador cada 5 o 10 años dependiendo del estado que se determine a través de controles médicos periódicos por telemetría”.
Luis O., paciente al que se le colocó un cardiodesfibrilador en los últimos días, dijo “me siento muy agradecido por la atención recibida en el hospital del IESS en Cuenca, el equipo médico me devolvió la esperanza de continuar viviendo”.
¡En el IESS estamos construyendo historia!
Cuenca, 16 de octubre de 2017.
Boletín de Prensa Nro. 56